EL BLOG DE ISMA

viernes, 17 de julio de 2009

Ríete o calla para siempre

Últimamente me doy cuenta de que hay gente que no acepta que yo siga siendo el mismo gracioso de siempre y que no saben de dónde saco esa habilidad imperiosa de inventarme cosas graciosas en los momentos menos pensados. Tengo esa chispa oportunista que cambia las situaciones. Son personas que seguro me aprecian y les caigo bien pero a lo mejor mi oportunismo no ha sido el adecuado; personas que en su día se han reído conmigo y que ha día de hoy ya no les parezco tan gracioso como antes o más bien, ya no les gustan que mis comentarios les sigan haciendo reír. Sí, es eso exactamente, no aceptan que yo sea siempre tan gracioso, es posible que lo haga para llamar la atención pero no me doy cuenta; (soy un crio, ¿Cuántas veces lo has pensado?). También es posible que ahora mismo estéis pensando que soy un creído y un petardo pero intenta recordar si no te he hecho reír al menos una vez en el último mes.

Yo soy amigo de todo el mundo, incluso de un mendigo. No tengo problemas con ningún vecino, no tengo problemas con nadie en el trabajo, me hablo con toda mi familia y con todos los amigos que he tenido hasta ahora pero sin embargo hoy me ha pasado una cosa que hacía tiempo que no me pasaba.

No voy a decir nombres ni datos relevantes porque de mi no saldrá ese nombre. El caso es que esa persona jerárquicamente mejor posicionada que yo y que siempre ha obtenido mis respetos ha podido tener un mal día o mala semana, hablando de cosas de la vida le he soltado un comentario gracioso en total relación con la conversación que veníamos llevando y he vuelto a escuchar esa risa (porque se ha reído y mucho) una risa normal como las que se ven a diario, era una risa auténtica y por un momento hemos reído al unísono pensando “que cosa más graciosa me ha salido” hasta que he visto la cara, no ha sido la risa, ha sido la cara, la risa continuaba pero la cara no era lo mismo, era una cara de “me ha hecho gracia pero no quiero seguir riéndome de tus comentarios” y yo he pensado “no aceptas que yo sea más gracioso que tú” y sobretodo “te has partido de risa porque te ha gustado el comentario pero te jode que haya sido así no?, te jode que el comentario no sea tuyo verdad? Pero sabes que cada vez que lo pienses te vas a volver a reír eh!”.

No puedo describir la cara, es como si te cuento el mejor chiste del mundo y mientras te estás riendo te quito tu coche, te sigues riendo pero esto último no te hace mucha gracia e intentas recuperar tu coche. Dejaré de describirlo porque no sé como explicarlo.

Ahora es cuando vosotros los lectores dejáis comentarios, acepto cualquier opinión o crítica y aprovecho para responder vuestros comentarios antes siquiera de que los escribáis: Sí soy creído, sí soy un crio, sí me gusta llamar la atención, sí en la mayoría de mis comentarios graciosos hay alguien que sale mal parado; no, no estoy mal de la cabeza, no pienso decir quien ha sido; no, tampoco has sido tú porque la persona que ha sido no lee este blog.

Así que si alguna vez digo algo y te hace gracia, ríete cuanto quieras pero no intentes engañarme porque mientras nos reímos yo te estaré mirando la cara, si has tenido un mal día sigue riéndote, porque quizá será cuando empiece a ir bien tu día.

Y ya está… con esto me he desahogado y ahorrado 30€ del psicólogo. Para que luego digan que los blogs no sirven para nada…

No hay comentarios:

Publicar un comentario